El poder del storytelling en proyectos de naturaleza
Contar historias es una de las formas más antiguas y poderosas de comunicación que conocemos. Mucho antes de tener redes sociales, blogs o campañas publicitarias, las personas ya se reunían alrededor del fuego para compartir relatos que daban sentido al mundo, transmitían conocimientos y unían a la comunidad. En aquellos relatos se hablaba de las estaciones, de los ciclos de la vida, de los animales, de los caminos y peligros del bosque. Eran historias vivas, cargadas de significado y emoción.
Hoy, en un contexto saturado de información y estímulos, las historias siguen teniendo ese poder. Son lo que más recordamos, lo que más nos toca… y lo que más nos moviliza. Una buena historia no solo comunica, sino que despierta una emoción, crea empatía y deja una huella duradera.
En los proyectos vinculados a la naturaleza, el ecoturismo o la conservación, el storytelling no es una herramienta más: es un puente. Un puente entre tu propósito y las personas a las que quieres llegar. Es la manera de dar alma a los datos, rostro a los resultados, voz a quienes no siempre la tienen. Una forma de mostrar que tu proyecto no es solo una iniciativa técnica o institucional, sino algo vivo, con raíz y dirección, que transforma territorios, comunidades y maneras de mirar el mundo.
Porque en el fondo, las personas no se enamoran de los informes ni de las estadísticas. Se enamoran de historias. Y en el ámbito de la sostenibilidad, eso puede marcar toda la diferencia.
¿Qué es exactamente el storytelling?
El storytelling, que podríamos traducir como «el arte de contar historias», es una forma de comunicación que va mucho más allá de dar información. Consiste en crear un relato con sentido, emoción y estructura que conecte con las personas. No se trata solo de contar lo que haces, sino de transmitir por qué lo haces, cómo lo haces y qué impacto tiene tu proyecto en las personas, la naturaleza o la comunidad.
Una historia bien contada toca emociones, despierta empatía y permite que quien la escucha se sienta identificado. Es la diferencia entre decir «protegemos aves en peligro» y contar cómo un niño local vio por primera vez un quebrantahuesos gracias a tu trabajo. Lo primero informa; lo segundo emociona y se recuerda.
El storytelling convierte a tu proyecto en algo con alma. Una buena historia transforma tu comunicación: hace que una marca pase de ser algo lejano a algo que se siente cercano, valioso y real.
Por qué es tan importante en los proyectos de naturaleza
1. Porque la naturaleza no se vende, se siente
Puedes mostrar las características técnicas de tu alojamiento rural o detallar tu compromiso con las especies locales, pero lo que realmente conecta con las personas es la experiencia. El sonido de las aves al amanecer, la emoción de ver un zorro cruzar un sendero, la calma que se siente al caminar entre robles centenarios… esos momentos son los que quedan grabados en la memoria. Y eso no se transmite con cifras, se cuenta con historias. Con relatos que evoquen sensaciones, que nos hagan cerrar los ojos e imaginarnos allí, que despierten en quien los escucha el deseo de vivirlo en primera persona.
El storytelling te permite trasladar al público a ese lugar, a ese instante, incluso si está viendo tu proyecto desde la pantalla de su móvil. Es el puente entre la emoción vivida y la emoción compartida.
2. Porque da visibilidad a lo que no siempre se ve
Muchos proyectos vinculados a la conservación o al turismo sostenible ocurren lejos del foco mediático. No suelen tener grandes campañas de marketing ni portadas en medios nacionales. Son trabajos discretos, muchas veces comunitarios, con recursos limitados y resultados a largo plazo. Y sin embargo, son imprescindibles.
El storytelling ayuda a visibilizar ese trabajo diario, silencioso pero fundamental. A través de una historia, puedes hacer que el esfuerzo de un equipo de campo, el impacto de una acción concreta o la transformación de un paisaje degradado llegue a más personas. Permite traducir lo complejo en algo comprensible, y lo técnico en algo inspirador.
3. Porque genera confianza
Las personas conectan con personas. Y confiar en un proyecto pasa por entender quién está detrás, qué motiva a ese equipo, qué valores lo sostienen. Cuando compartes las motivaciones detrás de tu proyecto, los aprendizajes, los errores o incluso las dudas, estás mostrando humanidad. Estás bajando la barrera del «mensaje perfecto» para hablar desde lo real.
Esa honestidad genera confianza, algo imprescindible para fidelizar clientes, atraer colaboradores o conseguir apoyo institucional. Además, cuando una historia transmite coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, ese mensaje se multiplica. No necesitas gritar más fuerte: necesitas hablar con verdad.
4. Porque convierte a tu comunidad en parte de la historia
El storytelling bien hecho no solo cuenta, invita. Invita a formar parte de un propósito, a apoyar una causa, a compartir valores. Cuando cuentas tu historia con apertura, generas una sensación de pertenencia: las personas no solo conocen tu proyecto, sienten que pueden contribuir a él.
Y ahí es donde ocurre la magia: tu comunidad no se limita a consumir contenido, sino que lo hace suyo. Comparte, participa, recomienda, defiende. Porque siente que forma parte de algo más grande que ella. Porque tu historia, de alguna forma, también es la suya.

Qué debe tener una buena historia
Un propósito claro
Una buena historia nace de una intención firme. ¿Qué estás intentando cambiar, proteger o mejorar con tu proyecto? ¿Qué problema estás resolviendo o qué valor estás aportando? Cuanto más claro esté ese propósito, más sólida será tu narrativa.
Una voz auténtica
No necesitas parecer perfecto. De hecho, cuanto más genuina sea tu voz, más conexión generarás. Una historia contada desde la honestidad, desde la experiencia real (con sus luces y sombras), tiene mucho más impacto que un discurso impoluto pero frío.
Un hilo conductor
Las buenas historias tienen estructura. Un inicio que plantee el contexto, un desarrollo que muestre los desafíos, aprendizajes o descubrimientos, y un cierre que inspire o movilice. Piensa tu historia como un camino que lleva al lector de un punto A a un punto B, con sentido y coherencia.
Conflicto o desafío
No hay historia sin conflicto. Compartir obstáculos, decisiones difíciles o momentos de vulnerabilidad no te debilita: te hace humano y auténtico. Y permite que otras personas se vean reflejadas en tu historia.
Impacto emocional
Una historia que no emociona es solo un informe con adornos. Habla de lo que sentiste. La frustración, la alegría, el miedo, la esperanza… Todo eso forma parte del viaje y genera empatía real.
Llamado a la acción
Una buena historia no termina con un punto final. Termina con una puerta abierta. Invita a actuar, a apoyar, a compartir o simplemente a reflexionar. Una historia poderosa deja una huella que impulsa a moverse.
¿Cómo empezar si nunca has contado tu historia?
No hace falta ser escritor ni tener un equipo audiovisual. Puedes empezar con preguntas sencillas:
- ¿Cómo surgió tu proyecto?
- ¿Qué persona o momento marcó un antes y un después?
- ¿Qué es lo más difícil que has tenido que hacer?
- ¿Qué te emociona de lo que haces?
- ¿Cómo ha cambiado tu manera de ver el mundo desde que empezaste?
Cada historia, por sencilla que parezca, puede resonar en alguien. A veces basta con una fotografía, una anécdota o una reflexión en voz alta. Lo importante es hablar desde la experiencia.
Y si te cuesta ordenar las ideas, piensa en una historia como si se la contaras a un amigo. ¿Qué le dirías primero? ¿Qué parte te emociona contar? Empieza por ahí.
¿Y qué papel jugamos?
En Nido Nómada llevamos años ayudando a proyectos sostenibles a encontrar y contar su historia. Desde vídeos documentales hasta campañas completas de branding, sabemos cómo traducir tu mensaje en narrativas que inspiran, emocionan y, sobre todo, funcionan.
Porque el storytelling no es solo bonito. Es útil, estratégico y necesario. Y cuando se hace bien, se nota: en la conexión con tu audiencia, en la coherencia de tu comunicación, en el impacto que generas.
Si tu proyecto tiene una historia, merece ser contada
En un mundo que necesita más conexiones reales y menos ruido, contar desde el corazón es una forma poderosa de destacar. Sobre todo si tu historia nace de un compromiso con el planeta, con las personas y con la vida en todas sus formas.
Y si no sabes por dónde empezar, aquí estamos.
¿Quieres que trabajemos juntos tu historia?

Adrián Ordieres
Lleva más de 15 años creando y desarrollando marcas, dando forma a proyectos, y contando historias con imágenes.